Época: Neolítico
Inicio: Año 6000 A. C.
Fin: Año 1000

Antecedente:
Actividades económicas

(C) Mª Concepción Blasco Bosqued



Comentario

Aunque no hay absoluta certeza de la práctica de agricultura a través de los frisos levantinos, sí existen indicios importantes que permiten reforzar esta idea. Las representaciones de este tipo de trabajo que resultan más claras se encuentran en los abrigos de Los Recolectores y del Cinto de las Letras, en las que los personajes que intervienen se inclinan sobre el suelo, llevando en sus manos instrumentos que pueden ser palos de cavar. En otras ocasiones se han representado individuos que, aunque no están en el acto de trabajar la tierra, llevan en sus manos aperos semejantes a determinados útiles agrícolas; es el caso de la laya que porta un personaje del abrigo del Garroso o del arado que encontramos en El Cinto de la Ventana, aunque su interpretación plantea ciertas dudas y estos documentos hay que manejarlos con toda prudencia.
La participación femenina en estas labores resulta indudable a juzgar por el dato que nos ofrece la escena del Cinto de las Letras, donde las protagonistas son dos mujeres vestidas con amplias faldas sujetas a la cintura y la parte superior del torso desnudo y dejando ver los senos. Las faldas de estas mujeres, al igual que la túnica de la figura femenina del abrigo de La Pareja, situado en el mismo barranco, son claramente ampulosas y provistas de vuelos, lo que ha hecho pensar a algunos autores que son atuendos realizados con textiles propiamente dichos, circunstancia que hay que poner en duda en el caso de las faldas acampanadas de las mujeres de Cogul, cuya rigidez permite sospechar que pudieran estar hechas en cuero. De cualquier forma, si aceptamos la realización de telas, estamos aceptando también que nos encontramos ante grupos bastante desarrollados que han introducido algunas de las actividades derivadas de la economía de producción.

La identificación de las especies vegetales cultivadas resulta imposible porque en unos casos ni siquiera se han representado y en otros se reducen a unos diminutos trazos de los que nada se puede deducir. Por otra parte tampoco es prudente interpretar como cultivados los árboles de los que se recogen frutos ya que su identificación es también muy problemática.

Con respecto a los útiles agrarios tampoco el Arte levantino es muy expresivo, pues los bastones cavadores (el instrumento más frecuente) se reproducen como simples trazos rectilíneos, por lo que cualquier deducción resulta arriesgada. Ese es el caso del posible arado del Cinto de la Ventana al que hemos hecho referencia, ya que no muestra ningún tipo de detalle que resulte muy concluyente.